lunes, 15 de diciembre de 2008

15/12/08-Cabaña

21:00 OE
Una extensión de tierra seca que no parecía terminar, unas montañas que podíamos ver en todas direcciones, una tormenta de rayos espectaculares que caían alrededor, el sol que salía radiante entre las nubes y formaba un arco iris doble ante nuestros ojos felices. Pasamos un buen rato jugando con el viento y corriendo como unos nenes. No sé si alguna vez me había sentido tan libre, pero no me importa nada. Estas son las cosas que hacen a este viaje distinto a todo, esos "aquí, ahora, y probablemente nunca más".

El observatorio y el Parque El Leoncito se quedaron un poco atrás en comparación con el Barreal, pero de todos modos nunca había estado en un lugar así. El hombre que nos mostró el telescopio nos dio una explicación sobre su funcionamiento que no concordaba con los preceptos de óptica que manejo, así que tengo pendiente averiguar sobre el tema cuando vuelva. Varios creemos que tengo razón.

Fiorella se perdió de este día precioso porque se sentía mal de salud y del corazón. Es una prueba viva de una mente que sufre y un cuerpo que se lamenta. No es la primera vez que le pasa así, pero esta vez fue la peor.
Cada vez nos acercamos más a la Cordillera, y eso es genial. Ya le dije dos veces a Juan de viajar al sur el año que viene. Espero que lo considere. Mañana es el esperado viaje a Puente del Inca. ¡Salud!

De película.
Irrepetible.

1 comentario:

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...


desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ


TE SIGO TU BLOG
EN CASA



CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...


AFECTUOSAMENTE
EN CASA



Jose
ramón...